SEMANA SANTA EN CBBA
Domingo de Ramos
La Semana Santa comienza con la festividad de ramos. Ese día se conmemora la entrada del señor en Jerusalén donde se proclama su pasión. La Iglesia recuerda este acontecimiento bendiciendo los ramos e iniciando una procesión en la que se aclama a Jesús como nuestro Mesías y Salvador, cantando con el corazón ¡Hosanna al Hijo de David! ¡ Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo! Y agitando las palmas.
La comunidad cristiana profesa su fe en el que la cruz y muerte de Cristo son definitivamente una victoria.
En este sentido, cada domingo de ramos los creyentes se agrupan en sus iglesias para celebrar la llegada de Jesús a Jerusalén. De esta manera es que el Señor se encamina para entregar su vida por la humanidad y la gente lo recibe como un Rey.
Los tres días siguientes que prosiguen al Domingo de Ramos.
El lunes Santo, las lecturas de la Biblia apuntan a que Cristo es el verdadero siervo de Yavé, quien mediante su pasión y muerte realiza la prefecta alianza entre Dios y su Pueblo. Lo propio ocurre en Martes y Miércoles Santo, días de preparación para vivir de mejor manera posible la Semana Santa. En estos días los feligreses entran en un período de reconciliación con el Padre y se prestan a vivir intensamente la pasión y muerte de Jesús. El perdón de los pecados y la Penitencia a través del ayuno o la abstinencia suelen ser actividades que el final lleva a cabo con el fin de prepararse para el gozo que se vive en la Pascua de Resurrección.
El Jueves Santo.
El Jueves Santo es el día en el que se instituye la Eucaristía. Este triple misterio responde a la celebración de la Santa Misa, a adoración del Santísimo en el monumento y el lavatorio de los pies; también es un día en el que se respira un clima de alegría contenida y donde hay repique de campanas y después silencio de adoración. La eucaristía es establecida como señal de perdón de los pecados y de reconciliación entre los hermanos que comparten el cuerpo y la sangre de Cristo.
Desde estos momentos los cristianos se reúnen en oración agradeciendo a Jesús los dones que ha dejado a la Iglesia; así mismo, la costumbre del pueblo de visitar los templos después de la celebración de Jueves Santo.
Viernes Santo.
Viernes Santo es el día en el que muere Jesús en la cruz.
La pasión y la muerte del Señor son los puntos sobre los que se celebre la Misa de adoración de la cruz. La liturgia se este día ofrece momentos de intensa reflexión que ayudan a fortalecer la vivencia cristiana.
Los actos centrales se llevan a cabo en la celebración: la liturgia de la palabra, que ve precedida de la postración del sacerdote al pie del altar y la adoración de la Cruz.
El Camino del Calvario por parte de Jesús cargando una cruz se representa en la procesión que se efectúa el mismo día.
Cientos de feligreses se encargan de llevar tres imágenes representativas: el santo sepulcro donde se tiene el cuerpo de Jesús, el Señor de las Caídas que muestra precisamente las caídas que sufre el Señor en su camino hacia el Calvario; y la Virgen Dolorosa, cuya imagen muestra los dolores de la madre de Jesús al ver a su hijo sufrir.
El acto de penitencia de los creyentes se manifiesta a través del cargado de las imágenes por todo el trayecto.
Sábado Santo y Domingo Santo.
El paso de la muerte a la vida, del pecado a la gracia, se rememora en el acto litúrgico de la vigilia pascual la noche de Sábado Santo y la madrugada de Domingo de Resurrección, día de mayor gozo para los cristianos.
Domingo de Ramos
La Semana Santa comienza con la festividad de ramos. Ese día se conmemora la entrada del señor en Jerusalén donde se proclama su pasión. La Iglesia recuerda este acontecimiento bendiciendo los ramos e iniciando una procesión en la que se aclama a Jesús como nuestro Mesías y Salvador, cantando con el corazón ¡Hosanna al Hijo de David! ¡ Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo! Y agitando las palmas.
La comunidad cristiana profesa su fe en el que la cruz y muerte de Cristo son definitivamente una victoria.
En este sentido, cada domingo de ramos los creyentes se agrupan en sus iglesias para celebrar la llegada de Jesús a Jerusalén. De esta manera es que el Señor se encamina para entregar su vida por la humanidad y la gente lo recibe como un Rey.
Los tres días siguientes que prosiguen al Domingo de Ramos.
El lunes Santo, las lecturas de la Biblia apuntan a que Cristo es el verdadero siervo de Yavé, quien mediante su pasión y muerte realiza la prefecta alianza entre Dios y su Pueblo. Lo propio ocurre en Martes y Miércoles Santo, días de preparación para vivir de mejor manera posible la Semana Santa. En estos días los feligreses entran en un período de reconciliación con el Padre y se prestan a vivir intensamente la pasión y muerte de Jesús. El perdón de los pecados y la Penitencia a través del ayuno o la abstinencia suelen ser actividades que el final lleva a cabo con el fin de prepararse para el gozo que se vive en la Pascua de Resurrección.
El Jueves Santo.
El Jueves Santo es el día en el que se instituye la Eucaristía. Este triple misterio responde a la celebración de la Santa Misa, a adoración del Santísimo en el monumento y el lavatorio de los pies; también es un día en el que se respira un clima de alegría contenida y donde hay repique de campanas y después silencio de adoración. La eucaristía es establecida como señal de perdón de los pecados y de reconciliación entre los hermanos que comparten el cuerpo y la sangre de Cristo.
Desde estos momentos los cristianos se reúnen en oración agradeciendo a Jesús los dones que ha dejado a la Iglesia; así mismo, la costumbre del pueblo de visitar los templos después de la celebración de Jueves Santo.
Viernes Santo.
Viernes Santo es el día en el que muere Jesús en la cruz.
La pasión y la muerte del Señor son los puntos sobre los que se celebre la Misa de adoración de la cruz. La liturgia se este día ofrece momentos de intensa reflexión que ayudan a fortalecer la vivencia cristiana.
Los actos centrales se llevan a cabo en la celebración: la liturgia de la palabra, que ve precedida de la postración del sacerdote al pie del altar y la adoración de la Cruz.
El Camino del Calvario por parte de Jesús cargando una cruz se representa en la procesión que se efectúa el mismo día.
Cientos de feligreses se encargan de llevar tres imágenes representativas: el santo sepulcro donde se tiene el cuerpo de Jesús, el Señor de las Caídas que muestra precisamente las caídas que sufre el Señor en su camino hacia el Calvario; y la Virgen Dolorosa, cuya imagen muestra los dolores de la madre de Jesús al ver a su hijo sufrir.
El acto de penitencia de los creyentes se manifiesta a través del cargado de las imágenes por todo el trayecto.
Sábado Santo y Domingo Santo.
El paso de la muerte a la vida, del pecado a la gracia, se rememora en el acto litúrgico de la vigilia pascual la noche de Sábado Santo y la madrugada de Domingo de Resurrección, día de mayor gozo para los cristianos.